Cementerio de Verónica

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Cementerio
El crecimiento demográfico del pueblo sumado a las diversidad religiosa derivada de la fuerte corriente inmigratoria, generó la necesidad de contar con el lugar para el descanso eterno. La primer referencia que encontramos data del 18 de Octubre de 1931, fecha en la cual la Sociedad Vecinal de Fomento Verónica le solicita al Intendente Municipal la necesidad de contar con el Cementerio para nuestro Pueblo. Posteriormente, el 28 de Octubre de 1933, la Institución le encarga a uno de sus miembros, el Sr. Antonio Paini, la elaboración de un Proyecto.
El 25 de enero de 1934, una Comisión integrada por Pascual Natale Maidana, Isidro Rossi, Ernesto Roth, Miguel Iriarte, Baletka y Enrique Botta, visitaron al Intendente de Magdalena y al Presidente del Honorable Concejo Deliberante, acompañando una solicitud de habilitación del Cementerio local, habiendo recibido una efusiva felicitación por la iniciativa, de parte de este último, quien se comprometió a tratar el tema en la próxima Sesión.
El 5 mayo de 1934, los miembros de Comisión Directiva, Sres. Ernesto Roth y J. Irazu, informan haber amojonado el terreno con destino a Cementerio, en una de las dieciocho reservas que el Gobierno Provincial exigió escriturar a favor del Fisco a Martín Tornquist, en el marco de la aprobación de los planos para la fundación de un Pueblo denominado “Colonia Verónica”.
El 19 de mayo del mismo año se aprueba la realización de una Rifa con destino a las Obras del Cementerio y hasta se intensificaron los esfuerzos por aumentar la cantidad de socios para reunir los fondos. Tal había sido el impacto que se provocó en las autoridades municipales, que el Honorable Concejo Deliberante citó a la Comisión Directiva de la Sociedad de Fomento para discutir las condiciones para la construcción del Cementerio, reunión que fue suspendida en varias oportunidades.
El 16 de Junio de 1934 el Sr. Antonio Paini presenta a la Comisión Directiva el Proyecto final y presupuesto para su construcción. Finalmente la sesión del Honorable Concejo Deliberante se realizó el 11 de Octubre de 1934, en la que se aprobó mediante Ordenanza la creación del Cementerio local. Ante esta realidad, la Sociedad Vecinal de Fomento se organizó mediante dos subcomisiones para el inmediato inicio de los trabajos.
La Subcomisión de Propaganda estuvo integrada por Pascual Natale Maidana, Isidro Rossi, Cesar Torres Luna, Reverendo Juan Gil Prieto, Pedro Nagurny, Miguel Echave, Tomas Bobbio, Pedro Barragan, Juan Bertero, Miguel Iriarte, Ernesto Roth, Felix Durruty, Enrique Botta, José Iriarte, Agustín Sisti, Roberto Pazos, Juan B. Rosa, Eduardo Márquez, Silvano Rosa, Alfonso Gheringhelli y Jorge David. La Subcomisión de Obra estuvo integrada por Juan Reichenbach, Juan Ginesta, Ernesto Roth, Juan Baletka (hijo), Manuel Irazú, Silvio Ziggiotti, Jorge Zeiler, Walter Wollig, Juan Urrutibeheyti, Domingo Mariotti, M. Buenaventura, Francisco Chudoba, N. Sandrini, M. Martinez, J. A. Sala, Tomás Padín, B. Sala, Francisco Mulassano y Andrés Franchello.
El 19 de enero de 1935 se autoriza la colocación de la bomba de agua, siendo instalada por el Sr. Mulassano. La albañilería se adjudicó a Basilio Polansky, se adquieren al Sr. Niglia 32.000 ladrillos de primera. El 13 de abril de 1935 se resuelve contratar al Sr. T. Pérez para nivelar el terreno y el 8 de junio se adquieren los mosaicos para la pieza depósito en construcción. El día 22 de junio se remite nota al Intendente Municipal para que proceda a la habilitación del Cementerio y se libere al uso público en virtud de encontrase finalizada las obras, invitándolo a visitarlas.
Finalmente el Intendente Municipal comunica a esta Sociedad de Fomento que el día 25 de agosto de 1935 quedará librado al uso público el Cementerio de la localidad.
La concreción de esta obra fue un gran logro y su inauguración movilizó al pueblo. Se realizaron 200 invitaciones personales a socios, vecinos y Entidades y 100 carteles para distribuir en la Estación, comercios y localidades vecinas. Don Martín Tornquist y el Diputado Roberto Lobos fueron invitados especiales.
Luego de la inauguración se siguieron recibiendo donativos de vecinos para integrar el fondo “Pro Cementerio” ya que las deudas que generó su construcción debían ser abonadas bastante más allá de su habilitación. El 28 de marzo de 1936 se resuelve plantar árboles en el Cementerio, para lo cual se designan a los directivos Walter Willig y Jorge Zeiler. El 6 de junio de 1936 se decide elaborar un proyecto para construir un nuevo cuadro en el Cementerio, por resultar insuficiente el existente, encargando el estudio del mismo al Sr. Alberto Haramina.
El 19 de agosto de 1947 la Sociedad de Fomento gestiona treinta pinos piramidales para ser implantados, intentando dotar al Cementerio de una estética apropiada a su función.
El 7 de abril de 1949 se decide solicitar permiso a la Municipalidad para proceder a una nueva ampliación, cuyos costos serían solventados íntegramente por la Entidad. Esta se sigue haciendo eco de la problemática del espacio y gestiona por si la posibilidad de solucionarla.
En 1955 se instalan nichos para urnas. En 1956 la Sociedad de Fomento llamó a licitación para la mano de obra construcción del cercado del cementerio, presentándose tres interesados, Juan Meneghetti, Héctor Pizarro y Juan Buenaventura, siendo adjudicada al primero. Dicha licitación debió dejarse sin efecto luego que la Municipalidad obtuviera un subsidio Provincial para la obra, debiendo licitar por sí.
Los trabajos dieron comienzo en Julio de 1957, siendo la Sociedad de Fomento custodia de las obras que se realizaran, no solo por ser gestora del proyecto, sino por haber aportado gran parte de materiales. La licitación llevada a cabo por la Municipalidad de Magdalena fue ganada por Héctor Pizarro.

Detalles sobre su creación